La
comunidad educativa es un espacio privilegiado para que niños, niñas y jóvenes
aprendan a vivir juntos, aprendan a vivir con otros. En este sentido, la
escuela/liceo, es un lugar privilegiado para la vivencia y práctica democrática,
se debe enseñar y se debe aprender.
La Ley General de Educación define a la comunidad
educativa como “una agrupación de personas que, inspiradas en un propósito
común, integran una institución educativa”. Esta agrupación, está conformada
por:
à
Estudiantes.
à
Familias
(o padres, madres y apoderados/as).
à
Docentes.
à
Asistentes
de la educación.
à
Equipo directivo
del establecimiento.
à
Sostenedor.
Como toda comunidad, su desarrollo depende de
la reciprocidad, confianza y capacidad para establecer relaciones de
cooperación en torno a un objetivo común. Para el caso de las comunidades
educativas: la formación integral de niños, niñas y adolescentes.
Dicho esto, si bien la comunidad educativa se
encuentra formalmente definida en la ley, para que ella se constituya como tal,
es necesaria la participación y compromiso de todos sus integrantes.
Específicamente, participación y compromiso en torno al proyecto educativo institucional
que debiera representar, reflejar y expresar la diversidad de intereses y
visiones en torno a la educación.
En acuerdo con la
política nacional de convivencia escolar del Ministerio de Educación, entonces,
se entiende que la convivencia es una responsabilidad compartida por el
conjunto de la comunidad educativa del establecimiento. Sin embargo, una
responsabilidad diferenciada según estamentos y de mayor exigencia de
compromiso para los adultos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario