sábado, 25 de junio de 2016

Importancia y Dimensiones de la Convivencia Escolar

                                  

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA CONVIVENCIA ESCOLAR?

Si se entiende que la convivencia escolar es la experiencia de aprendizaje de la democracia, por defecto, la importancia de la calidad o nivel de desarrollo que alcance la convivencia en el establecimiento educativo, es relevante desde el punto de vista de la sustentabilidad y legitimidad de la democracia como paradigma de organización de la vida social (“yo creo en la democracia”… “yo creo que la democracia sirve”).

Así, si el propósito de la convivencia es la formación de ciudadanos, es importante recordar y considerar que (para bien o para mal, por acción u omisión) la experiencia biográfica de la escuela y el liceo, marcarán el comportamiento inmediato y futuro de niños, niñas y jóvenes. Ya sea en su relación con en el mundo del trabajo/empresa, con en el mundo de la política/gobierno, con en el mundo del hogar/familia, o con en el mundo del barrio/ciudad.

En este sentido, un proceso precario de convivencia en el establecimiento, impactará tanto en la convicción de pertenencia a la sociedad (“yo soy parte de esta comunidad… “me identifico con la comunidad”) como en la convicción de la efectividad/beneficio del sistema de reglas que ella determina (“yo participo de la vida en comunidad… “yo respeto las reglas de juego”).

Un proceso precario de convivencia escolar se puede entender como la baja participación de la comunidad en la toma de decisiones y en el acceso de la información, la poca identificación con el proyecto educativo institucional, la existencia de prácticas sistemáticas de abuso de poder, la existencia de relaciones basadas en la desconfianza y en la violencia, o el sesgo en la sanción de conflictos y no en la formación de estudiantes.

Expuesto de esta forma, la calidad o nivel de desarrollo de la convivencia escolar en un establecimiento, es relevante también desde el punto de vista de su impacto en:

à  La calidad de vida de todos los miembros y estamentos de la comunidad educativa. En tanto sensación de agrado o bienestar al ir a estudiar o trabajar.
à  Los resultados de aprendizaje de niños, niñas y jóvenes. En tanto clima de aula y laboral favorable para el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje.

à  El mejoramiento de la gestión educativa. En tanto compromiso y cooperación de la comunidad educativa por alcanzar los logros institucionales del establecimiento.

 ¿CUÁLES SON LAS DIMENSIONES DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR?

La política nacional de convivencia escolar identifica tres dimensiones fundamentales del proceso:

1.-Por un lado, reconoce que la convivencia escolar es eminentemente un proceso formativo de niños, niñas y adolescentes. Es parte del “curriculum” y una experiencia/vivencia enmarcada en los “objetivos de aprendizaje transversales”.

Coherente con lo anterior, se entiende que la convivencia escolar es un aprendizaje transversal y no se restringe a una determinada asignatura o área de conocimiento. Además, se desarrolla en distintos espacios (aula, patio, celebraciones escolares, salidas pedagógicas, o reuniones de curso), en los cuales los adultos tienen la oportunidad de modelar los valores y conducta de niños, niñas y jóvenes.

La convivencia escolar es parte del proceso de enseñanza-aprendizaje y, por lo tanto, requiere de planificación e intencionalidad, una preparación de la enseñanza y la creación de un ambiente propicio para el aprendizaje. Convivencia escolar debe ser parte del conjunto de estrategias pedagógicas del establecimiento. En esto mismo, se entiende que la convivencia escolar no se limita a informar o prohibir, sino que apunta a anticipar situaciones mediante la generación de habilidades sociales, cognitivas y emocionales.

2.- Por otro, reconoce que la convivencia escolar es una responsabilidad compartida por toda la comunidad educativa y la sociedad en su conjunto. Es un aprendizaje que se construye en el hogar, el barrio y el establecimiento educativo. Por lo tanto, es un proceso que se desarrolla y requiere de la participación y compromiso de todos y todas.

Particularmente, se entiende que la experiencia de la escuela y el liceo, sólo contribuyen en parte al proceso educativo y formativo de niños, niñas y jóvenes. La familia, el barrio, los medios de comunicación, o los líderes de opinión en general, también construyen los aprendizajes esperados y se constituyen actores centrales del proceso de convivencia escolar. Dicho así, la complejidad de la convivencia escolar no puede ser escindida de la complejidad de los procesos que la sociedad enfrenta en su conjunto.

3.-Por último, reconoce que la convivencia escolar se construye sobre la base de una comunidad educativa sujeto de derechos y responsabilidades. Dicho así, el marco legal y normativo de la convivencia escolar se encuentra en:

ü  La Declaración Universal de Los Derechos Humanos.
ü  La Constitución Política del Estado de Chile.
ü  La Convención de los Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas (ratificada por Chile en 1990).
ü  La Ley General de Educación (ley 20.370).
ü  La Ley sobre Violencia Escolar (ley 20.536).

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