viernes, 24 de junio de 2016

POLÍTICA DE PARTICIPACIÓN DE PADRES EN EL SISTEMA EDUCATIVO

Esta tarea común entre la Familia y la Escuela comprometida y organizada como red social de apoyo, es uno de los principales sentidos que orientan la "Política de Participación de padres en el Sistema Educativo", recientemente promulgada por el Ministerio de Educación, en la que se considera que "la educación - modernamente pensada como formación y promoción de valores y actitudes vitales - sólo puede realizarse plenamente dentro del ámbito de la familia y de la escuela - la familia, como medio natural de desarrollo de las personas, y la escuela, como institución social encargada específicamente de educar"
Uno de los objetivos centrales de la reforma educacional chilena, es el de lograr más y mejores aprendizajes en los niños/as, considera a la familia como insustituible en la formación integral de las personas y su participación en la tarea educativa de la escuela es fundamental. "Junto a la familia, el establecimiento educativo es el espacio institucional más relevante en la vida de los niños y jóvenes", esto hace que la escuela deba hacer todos los esfuerzos para motivar a los padres y madres a colaborar, considerándolos con un papel activo en las diversas etapas y formas del proceso educativo de sus hijos.
Existen variadas experiencias y programas, dirigidos a apoyar el desarrollo de niños/as; se ha visto que cuando se integra a los padres, los resultados de estos esfuerzos se ven consolidados a diferencia de cuando no se les incorpora directamente en las experiencias de aprendizaje, de ahí la importancia de que los padres aprendan a colaborar con las educadoras/es de sus hijos/as. "El trabajo en equipo es una condición clave para enriquecer los ambientes educativos en educación. Las relaciones de colaboración, la sana convivencia, la reflexión técnica, el espacio para la creatividad y la contribución de cada uno de sus miembros y la responsabilidad frente al aprendizaje de los niños son aspectos necesarios de considerar en las relaciones que establecen los adultos que conforman los equipos técnicos educativos".
El hecho de que los padres y madres aprendan a colaborar con los educadores de sus hijos, ha hecho posible que se rompa la imagen negativa de las familias que provienen de contextos más desposeídos y reconozcan el aporte que pueden realizar a la educación.
Es importante que los establecimientos educacionales generen condiciones para el acercamiento, con seguridad y confianza de las familias, haciéndolos sentir parte de la comunidad educativa. Junto con lo anterior, en el marco de la Convención de los Derechos del Niño, la familia es considerada como el grupo fundamental de la sociedad y el medio natural para el crecimiento y bienestar de todos sus miembros, en particular de niños y niñas.
La familia tiene en ese sentido la responsabilidad primordial de velar por la protección de los derechos de sus niños y niñas, constituyéndose así en un eje central del respeto de los demás derechos. Esto implica que los padres u otros adultos a cargo de la crianza tienen la responsabilidad, y el derecho, de ser partes activas del proceso educativo de sus hijos e hijas.

Sin embargo, incorporar plena y sistemáticamente a las familias al proceso educativo no es tarea fácil, ni algo que puede hacerse en forma aislada por parte de cada educadora. Es algo que requiere ser entendido como un proceso progresivo de planificación, adecuado a las realidades y requerimientos de las familias y evaluado con ellas. 

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